Para los de mi generación estas camisetas pintadas a mano les retornaran a recuerdos de infancia.
Me pidieron el encargo y acepté el reto: pintar por primera vez sobre tela.
Me puse manos a la obra: informarme de una nueva técnica, buscar las pinturas más idóneas, cómo hacer el dibujo, y... a practicar.
La verdad que me ha gustado la experiencia, aunque mucho más laboriosa de lo que esperaba y más, al ser las camisetas de colores oscuros, que requieren una primera capa de blanco y varios repasos. Pero tras horas y horas de trabajo me ha gustado el resultado.
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